Nuestro querido Max, el perro invisible y sin suerte, ha dejado de buscar hogar ¡por fin!
Vamos a dejar de ser pesadas con Max, lo sabemos... ¡gracias a toda la gente que siempre lo ha difundido!
Gracias a todas las personas que han pasado por la vida de Max para bien o para menos bien, gracias a todas ellas hoy está donde está, junto a ese ser especial que sintió amor a primera vista cuando vio una foto suya: Gaby.
A partir de ahora ya no habrá más vueltas, más tumbos ni más incomprensión para él.
Y recuperaremos la esperanza, que a veces se pierde, en que un animal adulto encuentra la mejor familia, aquélla que lo tiene claro, que no espera milagros, la que tiene claro que busca un compañero para convivir, no para lucir, no como capricho pasajero, no como moda que se desvanece con los meses...
Gracias, Max, por haber tenido tanta paciencia y haber aceptado tantos cambios en todos estos meses y gracias, Gaby, por ser sincera, noble y honesta y ofrecerle una nueva vida a Max.
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