"Yo tuve que sacrificar a mi perro en una localidad de la provincia de Pontevedra. Tenía un tumor sangrante y se estaba muriendo. Como llamé al veterinario, me dijo que ahora no podía enterrar al perro en la finca, sino que tenía que entregarlo a una empresa que se encarga de esos menesteres. Me cobraron 100 euros por deshacerse del pobre perro. Y ahora me encuentro que lo más probable es que el animal haya acabado pudriéndose en una nave y siendo utilizado luego triturado para pienso.... y que ese pienso, de un animal cancerígeno, sabe Dios a quien va a alimentar ahora, a otros perros, otros gatos, o tal vez, a vacas y cerdos que luego nos comeremos nosotros en filetes... ¿cancerígenos?. No vale ya con investigar hasta el final y castigar a quienes tan salvajemente violan la ley; hay que impedir que algo como esto pueda volver a suceder... y si para eso, solamente en manos oficiales debe estar el tratamiento de los cadáveres de mascotas, animales de estimación, etc. etc.... pues legíslese lo que haya que legislar y cámbiese esta mierda actual en la que estamos envueltos... Ya me olía yo que aquello de almacenar toneladas de cadáveres en aquellas naves -que descubrió La Voz de Galicia- no era para ahorrar al llevarlos así juntos a -tan lejos- Salamanca. No había que llevar a Salamanca algo que podía cremarse aquí, en Galicia.... Había en Salamanca algo más, de ahí ese destino... ahora, gracias a la Guardia Civil -y su ejemplar trabajo- se ha descubierto. Cabe exigir con pelos y señales, nombres y apellidos, que se llegue hasta el final en esta historia y que se tomen las cauciones necesarias para que algo así jamás vuelva a repetirse... Hay que ser desgraciados para hacer lo que la Guardia Civil deduce que se ha hecho..."
Los periodistas Míguez y Martínez nos han abierto los ojos hace unas horas, al advertirnos de que "las investigaciones del Seprona en Galicia y Salamanca han permitido destapar un grupo organizado que presuntamente introducía en la cadena alimentaria restos de cadáveres de animales entre los que figuraban mascotas o ganadería enferma cuyo único destino debe ser su eliminación. Según las pruebas analíticas practicadas en una de las plantas de transformación de la firma Fernando Corral e hijos S.L., con base en la localidad de Aldeaseca de la Frontera (Salamanca), las muestras de grasas que eran distribuidas para confeccionar piensos para animales tenían restos de ADN de perros y ovejas «sin ningún género de dudas». En el informe de la Guardia Civil incluso no se descarta «que se hubiesen utilizado para la elaboración de productos alimenticios para humanos»".
El diario La Voz de Galicia explica que "de momento se desconocen las empresas que hubieran adquirido productos adulterados con estas grasas animales. Tampoco se descarta que las investigaciones acaben con la imputación de más implicados. La grave irregularidad en la que habrían caído estas firmas consiste en haber gestionado restos de animales de categoría 1, es decir, animales enfermos, mascotas, ejemplares de zoológicos o de experimentación, en una planta dedicada a tratar los que se corresponden con la categoría 3 y que sí se pueden usar para fabricar piensos. En este caso se incluyen partes de animales de mataderos o similar que ya han cumplido los controles sanitarios pertinentes".
Sea como fuere, el Juzgado de Instrucción número 3 de Ponteareas ha admitido ya a trámite la denuncia del Seprona de Vigo por un delito contra la salud pública y falsificación documental. A esta acusación se han sumado también varios particulares y la sociedad protectora de animales de Cambados, que podrían añadir una denuncia por estafa, al considerar que fueron engañados cuando llevaron cadáveres de mascotas para una adecuada eliminación. Hasta el momento hay once personas implicadas en la trama. La red se extendía por toda Galicia y existen indicios, como poco, de irregularidades administrativas en empresas de Lugo, Salceda de Caselas, Tomiño y Vigo.
Ahora cabe recordar cómo el periodista Martínez había descubierto hace unos meses que no pocos animales de categoría 1 ( es decir, animales enfermos, mascotas, ejemplares de zoológicos o de experimentación) eran almacenados de manera ilegal en una nave del municipio pontevedrés de As Neves, que fue precintada posteriormente. La Voz de Galicia destapó así en mayo del año pasado la presencia de hasta quince toneladas de cadáveres. Según afirmó entonces la autoridad competente, los restos estaban acumulados en As Neves para su posterior incineración una vez traslasados a Salamanca; y en aquel entonces se descartaba que se reintrodujeran en la cadena alimentaria, como sin embargo ahora sí se acaba de comprobar con pruebas de ADN practicadas en los laboratorios de la Guardia Civil. En esta misma operación y en las mismas fechas, los responsables del Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil de Vigo siguieron la pista a una residencia canina de Salceda de Caselas. Allí se intervinieron tres congeladores llenos con 52 cadáveres de perros, 15 de gatos, uno de jineta y otros de otras especies. Además, también había vehículos cargados con otros subproductos con más cadáveres de animales...
En fin...
Lo malo de estos asuntos es que pasado el día, pasó la romería. Porque... tras las graves denuncias de la primavera pasada, ¿qué más se supo hasta ahora?... Nada de nada.
O lo mismo, ¿qué se supo de aquella iniciativa llevada a Europa entonces por los comunistas...?. Esquerda Unida consideraba que "a aparición dunha nave onde se almacenaban toneladas de animais mortos en As Neves é a constatación dunha política de incumplimentos dos dereitos dos animais, da insensibilidade social xa que moitos animais poderían ser animais de compañía entregados despois do falecemento e sobre todo de directivas europeas de sanidade e sacrificio animal. EU quere -ademáis- que a Comisión Europea investigue se coa crise e os recortes se está xeneralizando o sacrificio masivo de animais sanos en protectoras do sur de Pontevedra...".
Pasará el día, otra vez, pasará la romería y pillos y degenerados volverán a aflorar y a campar por sus anchas a poco que se les de ocasión a ello.
¿A qué espera esta nuestra Sociedad para defenderse?.
No es un problema ya de mascotas y animales queridos; es un problema mucho más grave, pues sin saberlo, nuestra propia salud humana podría llegar a estar en causa, gracias a la obra de gentuza desaprensiva...
¿O no pasó lo que pasó con "el mal de las vacas locas", el "metílico del Ribeiro", etc.etc.etc.
¡Que Dios nos pille confesados!.
Y... ¡qué poco falta para que aquel film inolvidable Soylent Green, cuando el destino nos alcance... acabe de un modo u otro haciéndose realidad!. ¡Qué asco de Sociedad sin escrúpulos en la que nos ha tocado vivir!
fuente : http://morrazotribuna.blogspot.com.es/2013/01/tras-el-escandalo-por-2-veces-destapado.html
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