La Guardia Civil ha frustrado en Vigo un caso insólito de secuestro de un perro. El autor exigió un botín de 1.500 euros a la dueña del animal a cambio de su liberación. La historia pudo tener un final feliz gracias a que los dueños alertaron de lo que sucedía y los investigadores pudieron seguir el rastro del delincuente.
Los hechos sucedieron esta semana en la ciudad olívica. La propietaria del animal, cuya identidad no ha sido revelada, tenía el can guardado dentro de su finca. Según apuntan las primeras investigaciones, el delincuente, aprovechando un momento en el que no había nadie en el interior, forzó la puerta de la entrada para acceder al recinto.
La desaparición del perro provocó una gran preocupación a su dueña, que enseguida se dio cuenta de que se trataba de un robo. A pesar de ello, dedicó un tiempo a buscar al animal por las inmediaciones de su vivienda y solicitó la colaboración de los vecinos para poder encontrar a su mascota.
Pocas horas después, y según explicó a las fuerzas del orden, recibió una llamada telefónica en su domicilio en la que una voz desconocida le advertía de que tenía al perro en su poder y que para poder recuperarlo tenía que pagar la suma de 1.500 euros. Al mismo tiempo, advertía a la víctima de que no se le ocurriera avisar a la policía, puesto que si se enteraba de ello, peligraba la vida del perro e incluso también amenazó con causarle daño a ella misma y a otras personas de su familia y de su entorno, según declaró la dueña del animal. La voz anónima le indicaba además un lugar y un procedimiento para poder efectuar el pago, en un lugar público del área de Vigo.
La mujer, sin dar crédito a que su perro, de la raza american stanford, hubiera sido víctima de un secuestro, decidió dar la voz de alarma a la Guardia Civil. Agentes del instituto armado llevaron a cabo un dispositivo de búsqueda y no tardaron en dar con el paradero del presunto secuestrador.
El detenido es J.A.P.M. y los agentes pudieron recuperar el animal en buen estado de salud. Al hombre se le imputa un delito de robo con fuerza, así como otro delito de amenazas por las llamadas atemorizantes que realizó a la dueña del animal.
Una raza potencialmente peligrosa
El american stanford es un perro que tiene fama de violento y agresivo, pero lejos de esta creencia, los dueños que tienen esta raza afirman que es un animal de lo más tranquilo. Ahora bien, si se le estimula la agresividad puede convertirse en un animal incontrolable. Sus extraordinarias mandíbulas pueden producir tremendas heridas a cualquier otro animal incluso más grande que él. Sus orígenes se remontan a Estados Unidos en el siglo XIX donde la raza fue perfeccionada a partir del old english bulldog y old english terrier y ya en 1898 se presentaron los primeros representantes de esta nueva raza. En sus comienzos se usó en peleas de perros, toros y osos, actividades que se consideran ilegales hoy en gran parte del mundo. En el año 1936 se la reconoce como raza independiente con el nombre de staffordshire terrier.
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