Desde ACOPO ( Asociación Coordinadora Protectoras Pontevedra)queremos mostrar nuestro desacuerdo con la medida que recientemente ha planteado el nuevo ministro de Agricultura y Medio Ambiente, de permitir la caza del lobo al sur del Duero.
El lobo, tras siglos de implacable persecución, en las montañas de la península ibérica encuentra su último bastión y refugio en la Europa Occidental. También aquí estuvo a punto de extinguirse. Hoy en día, tras una tregua en esa injusta lucha por parte del hombre, sus poblaciones se están recuperando aunque no está garantizada su supervivencia a largo plazo. Incluso pequeños núcleos de lobo ibérico consiguen recolonizar territorios al sur del Duero, una frontera imaginaria impuesta por el hombre para su expansión en la península.
Ahora, tras su lenta recuperación, el lobo ibérico vuelve a enfrentarse a un futuro incierto “gracias” a decisiones como la del ministro Arias Cañete que tiene la intención de permitir su caza al sur del Duero, todo ello sin justificación científica ni estudios que puedan avalarlo. Su argumento, la protección al ganadero, parecemás bien una justificación electoralista donde prima ganarse a los colectivos que generen más votos, que una medida eficaz para ayudar a este sector, y así afortunadamente lo ha entendido la Comisión Europea que se ha opuesto a que el lobo ibérico sea una especie cinegética al sur del Duero.
Es cierto que el lobo ataca al ganado, aunque menos de lo que se le atribuye. Las cifras sitúan los daños en el 0,5%. Con una protección y vigilancia del ganado adecuadas se minimizan e incluso llegan a erradicar los ataques del cánido a las reses. ¿Alguien puede discrepar de que el lobo no podría convivir con el hombre como hace siglos al sur del Duero, en las amplias zonas con presas naturales como pueden ser Cabañeros, Monfragüe, Sierras de Cazorla, Gredos, Guadarrama,..?.
Quizás, el Sr. Ministro, debería meditar y pensar si de verdad el mayor mal de los ganaderos es la pérdida de cabezas de ganado por el lobo, algo que reiteramos que se puede minimizar con métodos adecuados de protección sin llegar a poner de nuevo al lobo contra las cuerdas.
Por todo esto desde ACOPO insistimos en que debemos proteger al lobo proponiendo medidas encaminadas a compatibilizar su supervivencia y la de la ganadería, porque el lobo es una especie que nos pertenece a todos y entre todos debemos conservarla.
Segundo Grigalvo miembro de ACOPO - acopo.fauna@gmail.com
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