Copio este relato que hemos recibido y que me guardo de poner su nombre porque así lo quiere el autor :
Desde pequeños siempre hemos tenido animales . Mi padre trajo cuando estábamos en plena selva por su trabajo a Cuin (un x de pastor alemán ) que dormía debajo de nuestras camas y cuidaba de nosotros. Poco recuerdo de él pero sé que mi padre le adoraba , que le hacíamos de todo (le peinábamos, jugábamos con él y hasta mi hermana muy pequeña casi no sabía andar se fue a buscar golosinas acompañada de Cuin). Al poco tiempo llegó Misi un gatito pequeño color gris de unos vecinos que tenían una gata (nos daba algo de miedo porque era blanca y de noche la veíamos con los ojos rojos) y fue el compañero de Cuin.
No recuerdo grandes cosas porque eramos muy pequeños pero supongo que los detalles se guardan a veces profundos y luego se mantienen ocultos pero nunca olvidados. Sé que fuimos muy felices con ellos , que mi padre confiaba en Cuin y que nunca dejó de cuidarnos y de querernos. De hecho todos hemos querido de mayores tener un Cuin para nuestra familia. Algunos por su trabajo no lo pueden tener, otros parece que la vena animalista se le olvidó y yo que con el tiempo he ido sacando lo que aprendí de mi padre y ahora colaboro en temas de animales (cómo no tengo mis pequeños cuins palleiros eso sí).
Después cuando llegamos a la madurez y reflexiono pienso que mi padre me enseñó a amarlos , a quererlos sin que vengan de ninguna raza ó pedigree y a confiar en ellos. El le enseñó a cuin todo y supongo que en esa retina de unos 5 años algo se quedó .
Hace unos meses mi padre (ya es muy mayor tiene 84 años) echaba de menos tener un animal ya que su pareja en la actualidad nunca le dejó y sé por mi hermano que estuvo preguntando en alguna tienda por un perro de raza cachorro. Yo enseguida le llamé y le dije ¿por qué no me preguntas a mí? ¿es absurdo un cachorro y de raza cuando hay tantos perros pequeños mayores que lo necesitan y que serían lo ideal para ti?.
Mi padre después de un minuto de enfado (sí porque la gente mayor es terca y a veces caprichosa) me dijo : “Tienes razón y si un día lo decido te llamaré”.
Este relato es sólo para agradecerle a él todo lo que me ha enseñado y sólo espero que algún dia mis hijos también tengan sus cuins."
Gracias.. seguro que cuin fué muy féliz
No hay comentarios:
Publicar un comentario