Copio el relato recibido hoy de Carlos :
"Cuando era pequeña, me acuerdo que corría con mis hermanos, y con mi mama por aquel sitio donde nacimos, la verdad es que bueno, no era muy agradable, y recuerdo que me picaba mucho el cuerpo, pero eso no me impedía ser feliz. Todas las noches, una señora buenamente nos traía comida, ¡como me gustaba cuando venia!, por lo menos, nos acariciaba y nos ponía esas latitas ricas, que bien sabían... Esa misma noche, jugando en un callejón, vi como dos chicas, se acercaban, yo la verdad no me asuste y corrí, pero.... cuando intente entrar en donde estaban mis hermanos, no podía, y note como me cogían en el colo, yo claro, ni corta ni perezosa, me denfendí, hasta que ya no pude mas... El viaje fue largo, o al menos a mi se me hizo eterno, me llevaban en una caja de cartón con periódicos, y me escuchaban como alguien decía, "es que es negra,¿le gustará igual?". Cuando abrieron la caja, una niña me echó la mano, y me puso en su regazo, habia mucha gente en ese sitio y todo el mundo miraba para mi, escuche de todo "es negra,¿esos no dan mala suerte?", "seguro que está lleno de pulgas, que asco", "es una preciosidad, mirarla...". Pensé mucho en que pasaría con mis hermanos, pero bueno, la vida me había cambiado, ya tenia casi cinco meses, me costó un poco adaptarme a este sitio, duermo donde cuadre, a veces encima del coche, otras veces con las gallinas, y otras veces, en la casa del vecino. Unas veces comía espinas de pescado, otras veces lo que buenamente encontraba, y alguna que otra vez, el pienso que podía robarle a Compi, el perro que tenían en mi casa, encadenado durante casi diez años a su caseta, pero siempre fiel a su amo. Paso poco tiempo, y un día llegue a casa, y Compi no estaba y escuche como el abuelo(así le llamaban) decía "ese perro no vale para nada, lo deje abandonado en el medio del monte, ya cazará algo" y me miro a mi y me dijo " la proxima eres tú", y así fue, me metió en una caja de cartón, con periódicos, pero esta vez el camino se hizo mas corto, abrió la caja,y me asuste, habia mucho ruido, estaba todo lleno de coches... corrí hasta poder meterme debajo de un coche, y allí maulle y maulle.... De nuevo, empezó a llegar mucha gente, y apareció una chica, le llamaban Olga, y ella me sujeto en sus brazos, y me dijo..."tranquila,bonita,tranquila"...parecía tan dulce. Me metió en una jaula, y me llevó a un sitio, donde había muchos de la especie de Compi, aquel cruce de pastor alemán. Cuando entre, había muchos, y me asuste y me lanzaba contra todos, ¡que pesados!, y cuando puse la vista al frente, pude ver, como a lo lejos, venía un perro, con una cojera en una pata, y ya muy desgastado por su edad... ¡era él, era él.. COMPI !
Llevo dos meses aquí, y bueno, mis compis gatunos, no me tratan muy bien, pero lo voy llevando como puedo... Todos los sábados, viene un niño, Carlos creo que le llaman, que siempre me acaricia, y me dice que soy muy guapa...pero...¿de verdad lo soy?, soy de color negro, dicen que doi mala suerte... Hoy es sábado día tres de marzo, llevo ya en el Refugio tres meses, y ha sido un día diferente, ha venido el mismo niño a limpiar nuestro arenero, a ponernos de comer y de beber, y sobre todo, a darnos muchas caricias, sobre todo a mi, dice que soy su ojito derecho. Os explico el por qué ha sido un día diferente, pues porqué este mismo niño, que tanto me acaricia, me ha metido de nuevo en esa jaula, en la que me trajeron, tenía miedo y por eso gritaba, y maullaba...fue casi una hora de camino, y cuando abrió la puerta del coche, allí estaba esperándome una familia, una familia que no le importa que sea de color negro, que ellos no piensan que los gatos como yo demos mala suerte, y que solo me quieren, por que nadie, nadie se ha decidido adoptarme, por eso, me quieren POR QUE SOY DE COLOR NEGRO. Mi amigo Compi sigue en el refugio, con su compañera Mora, es mayor, y también necesita una familia como la que me adoptó a mi, esa familia que no le importe que sea un perro mayor, un perro con una cojera, y que solo lo quieran, porque ES MAYOR Y COJO. "
Gracias por este relato real que nos ha emocionado, alegrado en el caso de Negriña y esperanzado en el caso de Compi.
Seguimos esperando más relatos y estamos encantados con esta iniciativa que parece os gusta, nos enriquece a todos los que los leemos y ayuda a muchos animales aún sin hogar
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