La situación que atraviesa el refugio de animales de Vilagarcía es siempre difícil, pero ahora es extrema, por lo que sus responsables han hecho una llamada de socorro para que se les eche una mano y aparezcan voluntarios que se lleven, al menos por una temporada, a los cachorros más pequeños a casa. El problema es que en el recinto de Pinar do Rei hay parvovirus, una enfermedad intestinal que ataca sobre todo a los cachorros, y que puede matarlos en cuestión de días. En el recinto no hay espacio para ponerlos en cuarentena, lo que es lo mismo que condenarlos a una muerte casi segura, y por encima, no dejan de entrar más animales, sobre todo, perras preñadas.
«Ya murieron cuatro cachorros en lo que va de mes -decía ayer desesperada María García- y tenemos una perra a punto de parir y hoy nos llegó otra de Barrantes con cachorros; no los podemos meter en la perrera, porque se morirían».
Ahora mismo hay casi doscientos animales en el recinto, y el parvovirus se ensañó con ellos. «Tenemos la cepa más agresiva, que ataca incluso a los adultos. Por mucho que limpiemos y desinfectemos, como no podemos aislar a los cachorros, no los podemos proteger, y en unos días los mata sin que podamos hacer nada».
Cuando todavía no sabían qué hacer con la perra que está a punto de parir -ella está vacunada, pero sus cachorros nacen desprotegidos-, ayer recibieron una llamada de un joven que había encontrado en Barrantes otra recién parida con sus cachorros, escondida en una tubería. Cuando fueron a rescatarla -estaba muerta de miedo y no quería salir del tubo- solo pudieron encontrar a tres cachorros. Junto a su madre, esperan en una furgoneta que alguien los adopte, «y pronto, por favor». Los interesados deben ponerse en contacto cuanto antes con la protectora o acudir al refugio de Pinar do Rei.
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