Si algo desveló el juicio contra la Protectora de Animales que presta sus servicios al Concello es que desde que inició la campaña de esterilización de gatos en el verano del 2010 ha castrado 900. Sin embargo, lo que no hubo manera de saber en el juicio celebrado ayer es cuántos felinos tiene en sus dependencias, bien por estar enfermos o por desconocer su lugar de procedencia. En caso de saber a qué colonia pertenecen, una vez esterilizados se devuelven a la misma.
La asociación Proyecto Gato denunció el pasado año a la Protectora de Animales por incumplir el convenio suscrito en su día por el que esta última se comprometía a ceder a Proyecto Gato 36.000 euros anuales de los 96.000 que recibía del Concello. A cambio esta organización se tenía que hacer cargo de los felinos. Sin embargo, el convenio se rescindió antes de tiempo como consecuencia de las desavenencias entre las dos entidades.
La defensa de la Protectora de Animales alegó ayer que las voluntarias de Proyecto Gato incumplían su horario de atención al público, mientras que estas defendieron su dedicación casi permanente a los animales.
El conflicto entre las dos entidades surgió a raíz del incremento de gatos en las instalaciones de A Madroa desde que pasaron a manos de Proyecto Gato. El motivo, según explicaban al término de la vista sus integrantes, era que el lacero municipal que los recogía pocas veces conocía la colonia a la que pertenecían, lo que dificultaba su devolución. Eso, sin contar los que llegaban enfermos.
En el juicio de ayer, algunos testigos de la defensa explicaron que los gatos que llegan ahora a la Protectora de Animales son castrados de inmediato y devueltos a su lugar de origen, lo que se supone tiene que comunicar el mismo lacero. Las voluntarias de Proyecto Gato no entienden cómo antes esta misma persona no conocía la procedencia de los felinos que recogía y ahora, prácticamente sabe la de todos. De hecho, al ser preguntado un veterinario testigo de la defensa sobre cuántos gatos acumula ahora la Protectora, respondió: «No me consta que se desconozca de dónde vienen los gatos».
Pese a retirarles la subvención y a caducar el convenio, las responsables de este Proyecto siguen en el mismo espacio cedido por la Protectora de Animales. En la actualidad dan cobijo a unos 300 gatos, mientras que otros 200 están en casas de acogida. En dos años llegaron a esterilizar 1.600 felinos con el apoyo de clínicas veterinarias, a las que recurrían ante el mal estado de las instalaciones cedidas en A Madroa. La cifra supone casi el doble de las realizadas por la Protectora en dos años y cinco meses a través del plan masivo anunciado por el Concello en junio del 2010.
En aquel momento se estimó el número de gatos callejeros en 3.700 repartidos en 80 colonias. También se dijo que de no llevar a cabo esa campaña masiva existiría el peligro de llegar a 30.000 en una década.
La abogada de la acusación solicitó ayer que se abonen las cantidades que se deben a las voluntarias desde abril del 2010, incluidos los intereses.
Por su parte, el letrado de la defensa explicó que lo único que hacía Proyecto Gato era acumular animales y justificó el hecho de que la Protectora tenga pocos «porque los gestiona bien».
El enfrentamiento entre las dos asociaciones de animales trascendió al Concello, que tomó parte por la Protectora. Otras entidades como la Asociación de Clínicas Veterinarias de Vigo, criticaron al Concello, y en concreto a la responsable de Medio Ambiente, por no tener en cuenta un proyecto suyo destinado a reducir el abandono de animales.
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