COORDINADORA PROTECTORAS PROVINCIA PONTEVEDRA Este blog, como su nombre indica, trata de centralizar información entre las protectoras de la provincia de Pontevedra promoviendo la colaboración y agilizando temas como: -Base de perros y gatos perdidos actualizada - Base de casos urgentes en adopción actualizada - Noticias, enlaces de interés - Listas (sólo puede ser consultada por los responsables de cada protectora via e-mail y no será publicada ) - Base de adoptantes que contacten directamente con la coordinadora - Asesoramiento en temas legales y de comunicación - Creación de campañas conjuntas de : -Sensibilización - Adopción - Ser portavoz de cara a las administraciones en un momento dado - Seguimientos entre protectoras de fuera y adoptantes de la provincia de Pontevedra y a la inversa. - Adopciones en el extranjero, trámites...

contacto : proanimal@acopo.es

sábado, 23 de abril de 2011

¿Tienes amigos perros? No te pierdas esta lectura, te lo agradecerán.(La caprichosa curva de extinción)

La caprichosa curva de extinción
Cuando se trabaja con perros con métodos amigables, es decir, evitando castigos, presiones y miedos innecesarios una de las técnicas más utilizadas es la extinción. Sucede que la mayoría de los comportamientos indeseados que realizan los perros están directamente relacionados con la intención de llamar nuestra atención. Así, algunos perros, a falta de toda la atención en forma de caricias, interacción positiva, juego y compañía que les gustaría recibir, empiezan a encontrar otras maneras menos satisfactorias pero aun así reforzantes.

Esto ocurre cuando un perro que quiere que estemos
pendientes de él y no lo consigue, de repente ladra y
¡Eureka! Nos giramos hacia él y le decimos “¡eso no!”.
Nuestro perro agacha las orejas, deja de ladrar y ve como
volvemos a girarnos hacia la tele para seguir viendo el
noticiero y, por ende, continuar ignorándolo… entonces
el perro da unas vueltas, vuelve a estar nerviosillo y ladra…
“¡Calla!”
Sin saberlo estamos entrenando paso a paso su capacidad
de ladrar cuando no se le presta atención.
¿Cómo puede ser esto si le estoy castigando por hacerlo??
Pues bien, resulta que cuando le reñimos, también
le prestamos atención, que es exactamente
lo que el estaba necesitando.
Que sea en forma de regañina pasa a ser un mal menor
del que terminará acostumbrándose.
Los niños (y lo grandes también) hacen lo mismo, con el
tiempo saben qué cosas te molestan y si no les prestas
atención cuando te la demandan se dirigen automáticamente
a hacerlas, puesto que así les tendrás que prestar
atención si o si.
Aquí cabe incluir una reflexión: seria injusto por nuestra
parte que a esta altura del artículo estuviéramos pensando
“maldito perro, lo hace con toda la intención”…
Creo que es hora de asumir responsabilidades y entender
que, sin quererlo, hemos sido nosotros los que le hemos
enseñado a hacerlo y que en el ultimo de los casos a
nuestro perro (o niño) le gustaría que le prestáramos
atención de otra forma y no tener que conformarse con
esta realidad.
Si este pensamiento prospera lo próximo es buscar como
hacer para desandar este camino de malos entendidos y
restablecer una forma de comunicarse más sana.
Es entonces cuando entra en juego la técnica de la extinción
de un comportamiento.
Y se basa ni más ni menos que en dejar de reforzar
comportamientos que nos molestan de nuestro
perro.
De esta forma, no solo cesarán sus intentos “por la vía
equivocada”, sino que aprenderemos un modo de ser
más sensatos y coherentes con ellos.
Es decir, nuestro perro podrá entender, ahora sí, qué
nos molesta y qué no, y lo aceptará de muy buen ánimo
puesto que lo que menos quiere es una mala relación.
Pero esta técnica tiene un “adorno”…
Y es la famosa “curva de extinción de un comportamiento”.
Este nombre se refiere al proceso de pasar de reforzar
a dejar de hacerlo.
Volvamos al ejemplo: Ya han pasado meses con nuestro
perro ladrando y nosotros pidiéndole que se calle una y
otra vez.
Ahora por recomendación de un educador canino decidimos
no prestarle más atención cuando ladre, así nuestro
perro entenderá que no es una buena forma de llamar
la atención y dejara de hacerlo… y es rigurosamente
cierto.
Solo que antes de que estos suceda el perro empezara
a ladrar más fuerte, más tiempo, probablemente gemirá,
nos dará con la pata y alguna cosilla más.
Y esto por qué?!?!?!?
Porque él aun no entiende nuestro cambio de decisión.
Nosotros pensamos en cambiar algo, pero él no lo sabe,
por lo que parece pensar “EEoo, estoy aquiiii, no
escuchas o qué?!”
Entonces la primera vez que lo hagamos, seguramente
será duro de soportar, así también pasará la segunda
vez y no sea hasta la tercera que empezará a entender
que ya no prestarás atención por ladrar.
Esto es así porque a partir de la tercera vez nuestro
perro ya empieza a entender el nuevo patrón de comportamiento,
puesto que ya cuenta con dos experiencias
anteriores en las que ocurrió exactamente lo mismo.
Normalmente utilizando bien esta técnica, se obtienen
buenos resultados en pocos días, dependiendo de cuánto
tiempo se le ha reforzado.
Por último me gustaría aclarar que este artículo
no pretende explicar una técnica de educación
canina, sólo dejar claro que hay opciones mucho
más inteligentes de intentar modificar un comportamiento
que limitarnos a reprimir con gritos todo
lo que se hace mal, asegurándonos que lo vuelva
a hacer.
Nicolás Planterose

No hay comentarios:

Publicar un comentario